— Ya entiendo, pero ¿cómo te fabricas tu propia felicidad?
— De la misma manera que se cometen los errores: siendo uno mismo. Escúchame, a los demás no les importa una mierda la gente como tú y como yo. Creen que somos unos degenerados y unos sinvergüenzas y todo eso, ¿verdad? Así que esperan que nos comportemos como unos degenerados a todas horas. Bueno, pues yo les rompo los esquemas, ¿sabes? Me cargo sus prejuicios, nunca soy como ellos esperan que sea y eso me encanta.
El Poeta & El bufón - Los chicos de alquiler no lloran
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